Comprender a las personas requiere una epistemología revisada que toma en cuenta no sólo el mundo newtoniano de fuerzas, colisiones e impactos, sino sobre todo, el mundo de palabras, símbolos y significados creados por las personas. Las recientes investigaciones convergentes en los campos de la física, la biología y la cibernética señalan el camino hacia una estructura más consistente e integrado desde la que se pueden discutir los problemas de la vida en comunidades humanas.

Proponen una visión de la psicoterapia basada en los nuevos avances teóricos de estas ciencias. Esto supone una concepción del lenguaje como elemento esencial de los asuntos humanos. La primacía del lenguaje implica una concepción integradora de la persona que no separa las vertientes cognitiva, de la conducta y afectiva, evitando así los malentendidos acerca de la naturaleza de los conflictos.

Los autores pretenden entender la psicoterapia como un proceso educativo y de investigación por medio del diálogo, cuya perspectiva es una ampliación y precisión de los significados asimilados y la apertura hacia metas vitales más satisfactorias.